Las plantas sanas necesitan un suelo saludable para poder crecer. Para poder absorber exactamente lo que necesitan las plantas, el suelo tiene que tener los minerales y la vida necesaria.
Una investigación científica demuestra que por el uso masivo de abono sintético con sal, el suelo no tiene más la biología necesaria para un crecimiento sano de las plantas, por lo tanto, ¿Cómo restaurar la salud del suelo? Esta pregunta la vamos a contestar más adelante luego de dar una explicación previa sobre el suelo y las plantas.
Efecto del abono sintético
Se usa abono sintético desde un periodo en el que no había conocimiento del efecto a largo plazo.
Para los agricultores, este abono era una maravilla. Las cosechas se duplicaban y los agricultores podían producir alimentos para una población creciente. Pero ahora, después de años de uso de abono sintético, se descubren las consecuencias en el suelo. Cada vez hay menos minerales y nutrientes en el suelo, de esta manera las plantas se debilitan y se ponen enfermas más rápidamente, no están más protegidas sino que se vuelven más vulnerables a ataques de bacterias y hongos que no son benéficos.
El uso de abono sintético provoca también que el agricultor tenga que labrar su tierra cada vez más profundo porque la tierra se compacta más rápidamente. Esto es costoso para el agricultor y desastroso para el suelo. Hay métodos mucho mejores.
Por lo general, no se sabe que las raíces de las plantas se desarrollan mejor en una zona radicular antigua. El método de cultivo superficial nos da una solución posible. Con este método de poca profundidad, las raíces pueden aprovechar más rápidamente los túneles de las plantas anteriores. Las raíces solo tienen que esforzarse cuando llegan al final de los túneles. Entonces se puede enraizar más profundo año tras año. De esta manera hay más disponibilidad de humedad y suelo para crecer.
Manteniendo las enfermedades a raya
El control de plagas con tratamientos químicos no es mucho más que tratar y ocultar los síntomas de la enfermedad. Las plantas sanas tienen la capacidad de mantener las enfermedades a raya.
Como reacción a los efectos negativos del uso de abono sintético, se usan productos de control de plagas para salvar la cosecha. Nuestra conclusión es que las plantas que solo reciben abono sintético, siempre se ponen enfermas. El abono sintético es la causa directa del uso de la mayoría de productos plaguicidas.
Para solucionar el problema mundial de exceso de abono sintético hay que romper el círculo vicioso.
La pregunta que nos tenemos que hacer es ¿Cómo podemos mejorar el suelo? La respuesta es sorprendentemente simple, pero necesita una breve explicación.
¿Cómo crecen las plantas?
Como todos los organismos en la tierra, la planta no funciona de forma individual. La salud y el crecimiento dependen de la cooperación con bacterias y hongos especiales. Plantas, hongos y bacterias forman un sistema maravilloso basado en un intercambio que es una especie de trueque.
¿Cómo funciona esto? Los hongos y bacterias suministran nutrientes difíciles de extraer del suelo y las plantas suministran a cambio azúcares en forma de glucosa. Para explicar este sistema, vamos a ver una explicación por separado de hongos y bacterias.
Rizobacteria
Las plantas tienen un problema, las raíces finas de la planta no tienen buena capacidad de absorción, es muy limitada. Ocupan solo entre el 4 y el 7 por ciento del volumen del suelo, y de media tienen el mismo grosor que un pelo humano (0.2mm). Su vida es bastante corta, solo viven unas tres semanas. Por lo cual, las plantas dependen de ayuda desde el exterior.
Con sus raíces de absorción, las plantas buscan la cooperación explicada anteriormente. Si no lo consiguen, se mueren, en cambio, si lo consiguen, es el inicio de una hermosa relación. Desde ahora se puede realizar una simbiosis.
Para las plantas, los minerales son difíciles de extraer del suelo, pero la rizobacterias son muy buenas en esto, sobre todo en la liberación de fosfato, que es muy importante para la planta.
Estas bacterias ejecutan muchas funciones importantes, de las cuales una es muy especial. Las rizobacterias forman alrededor de las raíces un sistema defensivo natural. Los atacantes externos de la planta se mantienen fuera simplemente por su presencia física.
En consecuencia, las bacterias patógenas ya no pueden entrar, las rizobacterias están interesadas porque la planta las alimenta con nutrientes, pero las bacterias necesitan ayuda también, no son viajeras, las colonias de bacterias no pueden ir y venir entre los minerales y las raíces.
Micorriza (Hongos)
La mayoría de los minerales que están en la tierra no están al alcance de las raíces, y por lo tanto también de las rizobacterias, ya que solo se pueden establecer cerca de las raíces. Ya hemos demostrado antes, que el espacio de absorción es pequeño.

Los hongos micorrificos pueden aumentar drásticamente esta capacidad de absorción. Suena como un desarrollo moderno, pero no lo es. Es más, los hongos han existido siempre, pero por la modernización se han perdido de vista y están presentes de forma esporádica por el uso prolongado de abono sintético.
Los hongos micorrificos siempre han vivido en simbiosis con las raíces de las plantas. Este tipo de hongo forma un nexo vivo dentro de la raíz y lo transforma en un sistema de absorción y transporte. Estos hongos son esenciales para un crecimiento sano de la planta. Las micorrizas en la raíz son tan normales como los granulos de clorofila en la hoja. Por esto no puede haber discusión posible.
Como hemos dicho antes, el grosor de las raíces de absorción es de 0,2mm, por ello solo pueden crecer en los macroporos. ¿Qué pasa cuando una planta obtiene ayuda de un hongo micorrifico? Los hilos de los hongos son bastante más delgados que los de la mayoría de las bacterias, tienen un grosor de solo 3 micron. (El espacio entre las partículas del suelo es inalcanzable para las raíces de las plantas) Con estos hilos pueden crecer dentro de los microporos que es donde está almacenada la mayor parte de nutrientes y agua.
Sin esta ayuda, las plantas no alcanzarían nunca estos espacios. No son las raíces, sino que son los hilos de los hongos los responsables de la absorción de nutrientes y agua. A través de estos hilos largos y finos, que asumen la totalidad de la absorción de minerales de las raíces, se puede llegar a distancias más lejanas.
Los minerales que se encuentran más lejanos y los minerales que están bloqueados en la tierra, se absorben más fácilmente. Los hilos largos o hifas, llegan fácilmente un kilómetro en una cucharita de tierra. La capacidad de absorción con micorrizas es de media 7 veces superior. Por ello se puede cultivar con menos humedad y las malas yerbas aparecen difícilmente por la competencia por el espacio.
La recompensa para el hongo es la glucosa, y para la planta es un alcance más largo. Por este intercambio único y constante entre planta, bacterias y hongos hay una simbiosis fabulosa. El agua, los minerales y la glucosa, sirven como medio de pago.
Humus
Para una colaboración entre suelo y raíces es absolutamente imprescindible una biología saludable. Un suelo saludable contiene tejido orgánico que se obtiene de hojas, raíces y animales muertos. Estos materiales orgánicos se descomponen en la naturaleza por la micro biología del suelo hasta convertirse en Humus. De esta manera se conservan nutrientes para el suelo y la tierra retiene mucho Co2.
Por el uso durante años de abono sintético, el Humus ha desaparecido de las tierras agrícolas. El Humus es comparable a la bacteria de la tierra. Almacena la energía que necesitan los microorganismos del suelo para hacer su trabajo. Sin humus va a ser difícil de obtener una recuperación natural del suelo.
Durante mucho tiempo se ha pensado que el abono sintético estimulaba la micro biología del suelo, porque crecen más bacterias. Pero por el nitrógeno justamente están obligados a consumir más materia orgánica que después entra en la atmósfera como Co2.
La simbiosis entre planta, hongos y bacterias no solo es una colaboración maravillosa, es pura necesidad. Sin estos transformadores de material orgánico, nos estaríamos ahogando en materia orgánica.
Si volvemos a la pregunta de antes, ¿Cómo restaurar la salud del suelo? La respuesta tiene que ser: Las plantas mejoran ellas mismas el suelo, es decir, en la simbiosis entre planta, bacterias y hongos. Con esto, las plantas son realmente las únicas mejoradoras del suelo.
Con este sistema natural obtenemos de nuevo un suelo saludable, del cual, plantas sanas pueden dar de nuevo frutas y hortalizas saludables. La ignición de Co2 y los valores nutritivos de nuestros alimentos, dependen directamente de como tratamos nuestros suelos.
….crédito a: PHC Plant Health Cure
Si te gusto este artículo, por favor déjame tus comentarios más abajo.